"Hace mucho tiempo, decíamos que teníamos que destruir muchas cosas que había para que las juventudes pudieran existir, y esa es una tarea que todavía no termina. Pero la tierra nos ha dado el motivo para que no nos quedemos estancados. Nos dio una sacudidita de 8.2, 8.5 grados que nos puso a trabajar a todos.”
La Preparatoria Comunitaria José Martí, surge a principios de la década de los ochenta, como alternativa al modelo educativo que pretende formar personas para el buen funcionamiento del sistema capitalista. También porque quienes estructuran los planes de estudio son completamente ajenos a la realidad que se vive en los pueblos originarios, a los idiomas propios, y a las formas de organización. Aquí las materias van desde matemáticas, hasta comunalidad, historia local, desarrollo humano, lecto-escritura y administración comunitaria, por mencionar algunas.
La forma en que funciona la prepa es a través de la organización colectiva, consultando siempre a la comunidad para entender y analizar cuáles son las necesidades educativas, comunitarias y de estrategias para la defensa del territorio entre todas y todos. Comenta Kiro, coordinador de la prepa en una entrevista de hace unos años:
“Es una preparatoria que tiene la posibilidad de hacer un diagnóstico con la comunidad para ver cuáles son las necesidades. Partimos de allí y encontramos que la necesidad es cómo hacemos para vivir bien. Y primeramente hay que reconocernos a nosotros, a nuestra gente, a nuestro territorio. De ahí surge nuestra historia local; ver qué han escrito acerca de los pueblos pero también ver qué podemos aportar nosotros a nuestra historia. La idea entonces es que la escuela sea la comunidad y la comunidad sea la escuela.”
Desde que se llega a las instalaciones se puede sentir un aire de hermandad, las puertas están siempre abiertas para estudiantes, maestras, maestros, padres de familia y visitantes. Es muy fácil integrarse a las dinámicas colectivas, ya que siempre hay disposición para compartir, aprender y hacer.
Una de las cosas que llama la atención es la capacidad que tiene para apropiarse de las herramientas que están a su alrededor, no sólo en favor del proyecto educativo, sino también de la comunidad. Tal es el caso de diversos proyectos y colectivos que se desprenden de la misma prepa, como la radio comunitaria que montaron hace ya unos años: Ixhuateca Radio. Se transmite en la región por el 92.1 de FM, y es escuchada por muchos habitantes de Ixhuatán. En los días siguientes al sismo del 7 de septiembre de 2017 fue un medio de comunicación indispensable, que sirvió para enterar a la población de lo que estaba sucediendo y también como herramienta de organización ante la catástrofe.
También el equipo audiovisual se ha utilizado como herramienta para hacer llegar la información a otras comunidades sobre las concesiones mineras y los megaproyectos eólicos que azotan la región desde hace más de una década. Incluso han montado obras de teatro para denunciar las amenazas extractivas y evitar el despojo territorial.
La preparatoria comenzó a extenderse hace ya algunos años, el más reciente plantel se encuentra en San Francisco del Mar Pueblo Viejo. Ahí, como en Ixhuatán, sigue creciendo ese pedacito de utopía colectiva, donde el eje principal es la educación, impulsada entre otras cosas por los saberes de los pueblos.
Durante los primeros días posteriores al sismo, las y los integrantes de la prepa se dedicaron a atender en la medida de sus posibilidades la gran emergencia. Después del primer impacto, de la gran sacudida, de ver muchas casas destruidas, incluso las propias; de pasar la noche sacando escombros y ayudando a quien lo necesitara, las y los integrantes de la prepa tuvieron que enfrentarse a encontrar sus instalaciones en ruinas. Las estructuras, si bien no colapsaron, tampoco resistieron los fuertes movimientos y quedaron inhabilitadas por meses hasta que fueron demolidas.
Ante esto, y para sorpresa de muchos, alumnas, alumnos, profesoras, profesores y padres de familia, se volcaron a las calles a ayudar, dejando para después lo ineludible: la prepa tendría que ser reconstruida. Pero ahora lo que importaba era intentar organizarse ante tanto caos y dolor. Fue la única escuela en el pueblo que no suspendió clases, ya que este momento representó la posibilidad de poner en práctica y darle sentido a todo lo aprendido en los más de 35 años que la prepa lleva caminando.
En el libro Réplicas de solidaridad, donde se recopilan los relatos de lo vivido esas primeras semanas de emergencia, en el día dos (9 de septiembre) se narra:
“Compañeros y compañeras:
Nuestros cuerpos aún sollozan, suspiran profundamente, las imágenes aparecen repentinamente en nuestras mentes con cada réplica, que, por muy suave que sea, nos remonta al momento trágico de los 8.5 grados del terremoto que sacudió el 7 de septiembre, aproximadamente a las 11 de la noche hora local, nuestro territorio, nuestro cuerpo y ojalá nuestras conciencias.”
Rápidamente y como pudieron organizaron recorridos, luego censos de casa en casa para poder dimensionar los daños causados y tener un diagnóstico sobre qué familias necesitaban de apoyos externos y cuáles podían reponerse por sí mismas. Primero en Ixhuatán, luego en agencias municipales.
También se organizaron por colectivos, las encargadas de la Ludoteca fueron con los niños que se encontraban refugiados en albergues, a tratar de mitigar el miedo que sentían con juegos y dibujos. El equipo audiovisual se dio a la tarea de documentar lo que estaba pasando para después subirlo a las redes sociales, o transmitir por radio.
Poco a poco se fue develando la inutilidad e incluso la rapiña por parte de autoridades. En Pueblo Viejo, por ejemplo, llegó gente de la Secretaría de Turismo según a apoyar, sin embargo, no faltó el que se atrevió, entre broma y broma a decir que ese lugar sería un bonito complejo vacacional, dejando ver la poca sensibilidad con la que estas personas tratan a la gente que acababa de perder su casa, así como las intenciones de explotación que el Estado tiene sobre los territorios del Istmo.
En el relato del día dos del libro advierten:
“Remarcamos que los capitalistas representados por los gobiernos federal y estatal, utilizan a las autoridades municipales en estos acontecimientos para implementar sus planes y proyectos usando la incertidumbre de la población. Por ello hacemos la advertencia reiterada a no depender de los apoyos externos para no dejar entrar ninguna transnacional que formará parte de las Zonas Económicas Especiales.”
El trato entre las personas que integran la Preparatoria Comunitaria José Martí es muy horizontal, todas y todos son compañeros. Cuando hay alguna dificultad, o surge algo que necesita solución, se dan a la tarea de resolverlo a sus modos y sus ritmos, a través de la escucha y el consenso, tal como lo han aprendido desde que nacieron. Ellas y ellos le llaman ‘La pedagogía de los Pueblos’, es este modo muy propio el que les permite ser en colectivo y reproducir prácticas autonómicas y comunitarias dentro y fuera de las aulas.
Después de mucho picar piedra (literal y figurativamente), las instalaciones se han vuelto a poner en pie. Gracias a la solidaridad de muchas personas, organizaciones y colectivos se reunieron en febrero del 2019 en una gran “fiesta de la solidaridad”, como ellos le llamaron se reinaugurar la Preparatoria Comunitaria José Martí en Ixhuatán.
Ya con el alivio de tener una “nueva casa”, los y las compañeras pueden enfocarse en la capacitación para la implementación de proyectos productivos que permitan el autoempleo y la autogestión. Esto lo han ido construyendo junto a colectivos, gente de la comunidad y organizaciones aliadas, como lo es el fondo Levantemos México. Una purificadora de agua, la siembra y encurtido de chiles, hortalizas y legumbres, así como la crianza de animales de granja y la producción de mermeladas y almíbar de frutas, son algunos de estos proyectos que se llevan a cabo en tres poblaciones: Zanatepec, San Francisco del Mar Pueblo Viejo y San Francisco Ixhuatán
Durante todo este tiempo, no ha quedado duda de que Réplicas de solidaridad es más que el título que escogieron para un libro. Es en sí la práctica de lo que muchas personas han trabajado todos estos años para construir este proyecto educativo: la reproducción de la vida colectiva. Y para quienes les conocemos de cerca, guardamos esta idea muy cerca del corazón, intentando poner en práctica en nuestros propios contextos estos saberes compartidos.