A pesar de que una de las principales exigencias históricas de la población es el ingreso de la red de distribución de agua potable a sus barrios, esto es casi imposible ya buena parte de las localidades se ubican en áreas de reserva natural, por lo que el gobierno se encuentra impedido de extender la infraestructura hídrica hasta allí.
Trabajamos en el Barrio de la Conchita, localidad ubicada en terrenos irregulares que por razones legales no puede recibir beneficios gubernamentales, por eso la problemática del abasto de agua es alta, y por ende, es de gran impacto la instalación de sistemas de captación de lluvia
"Es importante proveer de autonomía hídrica y un abasto resiliente que permita a la gente tener una fuente de agua segura incluso ante situaciones tan adversas como un sismo de alta intensidad."
El tlaloque es el componente central de nuestro sistema. Es un diseño propio de Isla Urbana y el que hace el 75% del trabajo de limpieza de la lluvia. Recibe su nombre de la mitología mexica: los tlaloques son los ayudantes de Tláloc, representados como niños repartidos por el mundo con vasijas llenas de agua. Cuando llegaba la hora de llover, Tláloc daba la instrucción y ellos tenían que romper las vasijas (que son los truenos que se escuchan) y entonces el agua cayendo es la lluvia que manda Tláloc.
La lluvia que cae de las nubes está prácticamente limpia, donde se ensucia es en el ambiente y posteriormente en el techo de las casas. Esa agua que cae en los techos la canalizamos a través de bajantes y canaletas (si el techo es de lámina o losa) y de ahí la dirigimos a un solo punto. El agua ingresa al tlaloque o separador de primeras lluvias: lo que hace es atrapar el primer volumen de agua sucia que es la que estuvo lavando el cielo y el techo, y la encapsula; después de eso ya solo cae agua limpia al almacenamiento o a la cisterna. Es ahí donde pasa por otro par de filtros para aprovecharse de distintas formas: para bañarte, lavar, regar, etcétera. Y con un paso extra se puede usar para beber.
La captación de lluvia logra generar conciencia porque pone al ciudadano en contacto directo con una fuente natural de agua. Muchas veces eso tiene un mayor valor que solamente disponer de agua en casa. Abastecerse pasa de ser solamente un trámite de funcionamiento del hogar, a ser una conexión o reconexión con el entorno y la naturaleza. Esto puede derivar en un “cambio de chip” porque hacen pensar: “ah claro, yo me puedo conectar con el cielo y no necesito de un camión o de un tubo que lo haga, y tal vez puedo llevarlo a otro nivel de intervención en mi calle, en mi colonia, con mis hijos, o conmigo mismo”.
La captación de lluvia es definitivamente una fuente de abasto para mitigar la escasez de agua. Hay gente que sufre y padece en muchos puntos de la Ciudad de México por esta falta aunque al mismo tiempo padecemos y sufrimos a veces por un exceso de agua, lo que crea una paradoja en la Ciudad de México, medio loca y esquizofrénica. Sin embargo, es una paradoja esperanzadora porque tenemos al elemento básico, la materia prima, para resolver el problema de la escasez: la lluvia; su captación es parte del camino o de la solución y como ciudad debemos explorarla para alcanzar la sustentabilidad hídrica. El gobierno quiere instalar 100 mil sistemas de captación en este sexenio y para nosotros es importante mencionar que nuestro fin mayor como proyecto es detonar la captación de lluvia en la ciudad y eventualmente, en el país entero.
Nosotros trabajamos con gente que nunca tiene agua, y podemos ver que ellos reciben el proyecto con los brazos abiertos, pero a la gente que viene de un evento como el sismo en el que su vida cambió de un día para otro, el corazón se les llena, se involucran y opinan al respecto. Creo que es muy importante reconocer que los actores involucrados después del sismo también nos hemos nutrido de la gente noble de Xochimilco y San Gregorio, a quienes les ha tocado entrarle al tema de la reconstrucción y de abrirse al mundo, literalmente.
Ahora, cuando uno camina por las calles de San Gregorio después de que pasó esta primera etapa de destrucción y de duelo, se ve que la comunidad aprovecha todo como una especie de nuevo ciclo. Se está reconstruyendo el mercado, hay muchas casas en obra y ves infraestructura nueva. A veces las inclemencias y las situaciones extremas ayudan a la población, como si fuera un empuje. Habrá que darle seguimiento a San Gregorio porque estoy seguro de que su gente se va a fortalecer por un proceso tan fuerte y doloroso como lo fue el sismo.