Fuimos muy bien recibidos durante nuestra primera visita a la comunidad de Amilcingo, el sábado 18 de noviembre de 2017. A nuestra llegada ya nos esperaban en la escuela Emiliano Zapata (recientemente renombrada Samir Flores Soberanes) más de 140 niñas y niños, alrededor de 30 madres y algunos padres de familia, y maestros apoyando solidariamente a la escuela.
La escuela tiene un patio central amplio y soleado y un escenario techado al aire libre. Abrimos con un sketch cómico, y posteriormente pasamos a la lectura dramatizada en grupo de un hermoso cuento de Michael Ende, titulado Tranquila Tragaleguas, la tortuga cabezota, con la que esperábamos atrapar la atención de las y los pequeños.
Las niñas y los niños mostraron abiertamente su entusiasmo y, cuando terminamos, nos pidieron abrir las cajas que contenían los libros. Así lo hicimos; los maestros distribuyeron colchonetas en el escenario y fue una alegría verlos abrir, hojear, leer en balbuceos o leerse unos a los otros.
Para finalizar repartimos hojas y lápices, y los participantes anotaron sus necesidades y deseos de lo que podríamos abordar durante nuestros próximos talleres. Algunos miembros de la comunidad, entre ellos Samir Flores, nos informaron de la decisión —tomada en asamblea— respecto al porvenir de los libros, que serán albergados en una biblioteca comunitaria en un espacio disponible en el centro del poblado.
"Lucha libris, la biblioteca andante es una guerrera para la paz, que trae historias, palabras, teatro, trae canciones para invitar a pensar con libertad."
Durante esta jornada en la comunidad de Amilcingo, entregamos más de 500 libros donados a la comunidad, incluyendo novelas, cuentos, enciclopedias temáticas y libros de consulta. En el amplio espacio en el que solía ubicarse un tianguis y que hoy funge como centro de reunión comunitaria, iniciamos nuestra acción de bibliotecar.
Con la risa y diversión que suscita adentrarse en la imaginación, caminamos por un suelo de chicle, que se convertía en hielo y, más adelante, en miel. Una vez que nos encontramos en un ambiente plenamente lúdico, elegimos un poema de Nicolás Guillén, Sapito y Sapón, que cantamos en grupo durante un cuarto de hora, al ritmo del rap en la voz y en el cuerpo.
Más tarde, cada niño escogió una palabra, la escribió en una hoja y la pegó sobre su pecho para que el resto del grupo pudiera leerla. Todos juntos creamos una historia con las palabras de cada uno. Las niñas y los niños se sintieron muy entusiasmados y orgullosos de leer sus textos y nos hicieron prometer regresar pronto para seguir bibliotecando juntos.
Sapito y Sapón,
Nicolás Guillén
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón.
El uno, bonito,
el otro, feón;
el uno, callado,
el otro, gritón;
y están con nosotros
en esta ocasión
comiendo malanga,
casabe y lechón.
¿Qué tienes, Sapito,
que estás tan tristón?
Madrina, me duele
la boca, un pulmón,
la frente, un zapato
y hasta el pantalón,
por lo que me gusta
su prima Asunción.
(¡Niño!)
¿Y a ti, qué te pasa?
¿Qué tienes, Sapón?
Madrina, me duele
todo el esternón,
la quinta costilla
y hasta mi bastón,
pues sé que a Sapito
le sobra razón.
(¡Pero niño!)
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón.
Algunos de los resultados inesperados tuvieron que ver con la violencia social más cruda, que impactaron en la comunidad de Jojutla y en la de Amilcingo. En varias ocasiones no logramos discernir cómo intervenir al respecto.
La mayoría fueron testimonios de primera mano sobre asesinatos, balaceras y violaciones que no eran eventuales sino cotidianas. Incluso ocurrió el asesinato de quien nos abriera la posibilidad de trabajar desde nuestro proyecto en la comunidad de Amilcingo, el señor Samir Flores.
A esto se suma el descubrimiento cercano de una de las fosas clandestinas más grandes de últimos tiempos. El municipio tiene una alta tasa de feminicidios, abusos sexuales a menores e incestos. También es uno de los municipios con mayor índice de embarazos adolescentes en el país.
Asuntos silenciados pero no por ello, inocuo.
En Amilcingo, la construcción de un gasoducto conectado con la construcción de la termoeléctrica que extraerá el agua del río Cuautla fue rechazada por gran parte del pueblo. El proyecto convertiría el cauce del río en "agua muerta", debido a que el agua es regresada a temperaturas muy altas después del paso por la termoeléctrica, matando toda la vida acuática. Samir Flores Soberanes había alertado a la comunidad sobre este riesgo antes de que se impusiera sobre el pueblo.
Nos hemos dado cuenta de que cuando se trabaja en comunidades vulneradas y vulnerables, se generan dinámicas grupales empujadas por el impacto de la violencia y que son sostenidas a base de silencio y silenciamiento.
Desde nuestra experiencia como psicoanalistas, conocemos lo pernicioso que resulta la falta de verbalización de las dificultades, dolores, desacuerdos, angustias y violencias. Todo esto nos llevó a pensar que tenemos que generar un dispositivo de reaseguramiento, con la finalidad de procesar los eventos traumáticos derivados de la violencia social.
Pocos días después del asesinato de Samir Flores Soberanes, defensor de derechos humanos y amigo del proyecto Bibliotecando, visitamos Jojutla de Juárez, en Morelos, para seguir llevando libros a profesores, a madres, a padres de familia y a las y los niños de la comunidad como herramienta contra la violencia, las injusticias, la impunidad y el silencio.
Pese al dolor provocado por la noticia del asesinato de Samir, en esta triste mañana de sábado en febrero, la poesía nos devolvió la esperanza. Leímos versos de amor y de desamor, de desconsuelo y de alegría de Gabriela Mistral, Jaime Sabines, Gustavo Adolfo Bécquer y Carmen Alardín, entre otros, así como la prosa poética del antipsiquiatra Ronald David Laing.
En pequeños grupos, las y los alumnos de la escuela compusieron canciones sobre el encuentro y desencuentro amoroso, integrando ritmos musicales. Por otro lado, los profesores, madres y padres de familia compartieron su experiencia y participaron en una conversación grupal sobre el devenir de sus hijos adolescentes y las vicisitudes de ser padre en un contexto social atravesado por la violencia y el machismo. Mediante la reflexión se abordaron posibles soluciones para contener esta violencia y fortalecer a la sociedad, incluyendo el diálogo, la conformación de redes de apoyo y la oposición al silencio.
"El acopio de libros es parte de nuestro bibliotecar. Recibimos donaciones de bibliotecas, centros de estudio y de particulares que deciden deshacerse de una biblioteca o parte de ella por diversos motivos. Después de recibirlas es necesario revisar, clasificar y seleccionar los títulos, que organizamos por el tipo de lector al que se dirigen: desde los más pequeños hasta los adultos.
En la comunidad de Amilcingo logramos crear dos pequeñas bibliotecas de aula con un hermoso acervo de literatura infantil y juvenil. También entregamos más de mil cuatrocientos libros para la biblioteca comunitaria que está todavía en construcción. Los títulos de este acervo son variados: incluyen literatura, filosofía, enciclopedias temáticas, psicología y libros de consulta destinados a las y los profesores.
En la comunidad de Jojutla, en la Telesecundaria Mártires Agraristas —donde no tenían un solo libro— logramos construir un acervo de más de 500 ejemplares, incluyendo libros de consulta y material de trabajo dirigidos a lectores adolescentes. "
Con motivo del día de las y los niños, llevamos nuestra biblioteca comunitaria a Amilcingo, en el estado de Morelos. A nuestra llegada a la plaza central, ya nos esperaban varias personas, en su mayoría niñas y niños, y el ambiente era festivo. En poco tiempo, los niños se sentaron en el piso a nuestro alrededor para escuchar las historias de los libros que llevábamos para alimentar la biblioteca de la escuela recientemente renombrada Samir Flores Soberanes, en homenaje al defensor de derechos humanos asesinado en febrero de este año.
Los jóvenes lectores vibraron con las aventuras de un niño explorador perdido en el espacio que con la ayuda de un extraterrestre encuentra la manera de volver a casa; se estremecieron con el cuento La bruja Baba Yaga y de la niña que logra burlar sus maldades, y siguieron las dificultades de una niña siempre insatisfecha cuando conoce a un genio que le concede un solo deseo.
Al terminar la lectura, las y los niños pusieron a jugar su propia imaginación en un taller de títeres, creando divertidos personajes basados en estas historias con un pedazo de papel reciclado, un palito, un par de botones e hilos sueltos.