Desde el propio desconsuelo por la pérdida de nuestra casa debido a los sismos de 2017, y apenas tratando de reconstruirnos en todos sentidos, vimos la necesidad de ayudar a quienes nos ayudaron. Formamos vínculos con las personas que nos apoyaron, estos lazos se han mantenido y son la base de esfuerzos de colaboración, trabajo y ayuda mutua. Comprendimos que en medio de la desesperación de los habitantes de Jojutla, Morelos, por no saber cómo iban a reconstruir sus casas, era de más ayuda tratar de alentar a la gente y alentarnos nosotros mismos con esa actitud.
Jojutla fue una ciudad devastada, fue impresionante ver cómo cayeron las casas, muchas eran de adobe, muy antiguas, sobre todo en la zona de la colonia Zapata y en la Alameda, esta última un espacio histórico. Cuando se vive el dolor de perder el patrimonio, tu hogar y el de tu familia, te sensibilizas con quienes padecen la misma situación. Desde el principio hubo un abrazo con la gente, unos con otros, todos nos unimos. Entonces abrimos las puertas, pusimos un comedor, fue la primera acción que tomamos, personas muy nobles y solidarias de Morelia, Michoacán, nos proporcionaron alimentos por bastantes días.
A nivel de atención pública, por parte de las autoridades, hubo mucho desorden, las tardanzas, los grandes trámites, nos hacían dar vueltas con copias de todo, y nunca nos ayudaron en realidad, aunque hubo a algunos que sí. Nos enteramos de la convocatoria de Levantemos México por un amigo de la Fundación Hogares que nos asesoró, ya que nosotros no teníamos experiencia en gestión de proyectos y nos apoyaron como asociación aliada, desde entonces tenemos relaciones de trabajo muy estrechas.
Gracias al apoyo del fondo Levantemos México realizamos una serie de talleres que comenzaron con la iniciativa de brindar conocimiento, una habilidad de trabajo que fuera de utilidad para las personas. Empezamos con un taller de serigrafía y de imprenta, Taller Gráfico con Causa, para instruir y capacitar en el área de las artes gráficas (diseño gráfico, impresión en serigrafía, sublimado, etc.); buscábamos también crear conciencia social mediante este trabajo, de forma propositiva y autosuficiente, promover valores de resiliencia y solidaridad, contribuir a la rehabilitación del tejido social.
Queríamos hacer más talleres de artes y oficios para impulsar la transformación y la superación en forma constante y sostenida, desarrollar las fortalezas de los habitantes de la comunidad de Jojutla. Así nació el Colectivo Talleres con Causa, diversificamos nuestras actividades a partir del respaldo del fondo, de acuerdo con siete líneas de acción: Reconstrucción humana (talleres de musicoterapia, cacaoterapia, risaterapia y escritura); Reconstrucción física (gestión de construcción de viviendas); Fortalecimiento de capacidades (capacitación en artes gráficas, Programa de Becas Jóvenes con Futuro); Integración comunitaria (intercambio entre organizaciones civiles locales); Enlaces académicos e institucionales (vínculos con la UAEM, U. Iberoamericana, ITESM y con los gobiernos estatal y municipal e INFONAVIT); Recursos naturales como medios de vida (taller de huertos y formación del Centro Agroecológico del Sur); Comunicación, divulgación y memoria (publicación de los libros Escombros y Enseñanzas del sismo; proyecto Foro Ciudadano sobre la Reconstrucción; videos en redes sociales y documentos en proceso, entre otros).
Como parte de esta labor, hemos trabajado mucho en la línea editorial, estamos haciendo libros de poesía, de relatos, de historia. Una de las primeras publicaciones fue una antología de poemas dedicados a Emiliano Zapata. Asimismo el poemario Escombros de José Antonio Benítez Ramírez, director de la asociación, da cuenta de la experiencia que significó el sismo: “[…] Somos quienes somos por las pérdidas, / por los fracasos, por las virtudes, por las bondades. / Y por supuesto que nos duele perder lo que amamos, / nuestros bienes, nuestra casa, / nuestra ciudad desvanecida. / Solo debe provocarnos el reto de verla reconstruida […]”.
“Entendimos que era de más ayuda tratar de alentar a la gente que estaba muy desconsolada y desesperada por no saber cómo le iban hacer para reconstruir sus casas, y alentarnos a nosotros mismos con esa actitud, esa era la idea que como sin planearla, se nos dio”.