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Soñamos con seguir trabajando
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Colectiva BioReconstruye

La colectiva Bioreconstruye es un equipo transdiciplinario de mujeres que trabaja la construcción natural con tecnologías apropiadas y la agroecología a través de prácticas horizontales. Para realizar una gestión integral del riesgo de desastres, proponemos el fomento de la resiliencia comunitaria como un eje central. Por medio de un enfoque que integra las perspectivas de género, comunitarias y de cuenca, queremos fortalecer los vínculos que sostienen la vida. Nuestro proyecto consiste en fomentar la organización interna de la colectiva para dar acompañamiento adecuado a las comunidades afectadas por el sismo de 2017. Proponemos cocrear estrategias apropiadas para potenciar una relación armónica con el territorio y así disminuir la vulnerabilidad e impulsar la resiliencia comunitaria.

Trabajamos principalmente con comunidades y organizaciones que viven en zonas de riesgo, afectadas por el sismo de septiembre de 2017 y que actualmente se organizan a través del Consejo Autónomo de la Costa de Chiapas. La resiliencia comunitaria es la capacidad de los pueblos de reponerse y resistir a los eventos traumáticos y/o a los desastres socionaturales, así como de recuperarse de la forma más eficaz y rápida posible.

La perspectiva de género permite considerar a las mujeres como agentes fundamentales en la gestión comunitaria, ya que su experiencia organizativa es fundamental a la hora de reaccionar y prevenir un desastre. Dicha organización femenina, encargada de la reproducción, manejo de recursos y cuidados, se mantiene invisibilizada, por lo que es imprescindible que pase desde la periferia hacia un papel central en la toma de decisiones. De la misma manera, consideramos que esta organización invisible tiene sus bases en los vínculos comunitarios y es este tejido el que proporciona uno de los factores protectores más importantes que aseguran la reducción del riesgo.

Es así que también hemos comprendido la importancia de la perspectiva comunitaria, ya que proporciona las herramientas participativas que puedan generar un intercambio entre la colectiva y la comunidad, además de fomentar la autonomía y no generar dependencia asistencialista.

El enfoque de cuenca permite entender que el reconocimiento del territorio en el que vivimos y sus dinámicas nos hacen desarrollar métodos para disminuir la vulnerabilidad comunitaria y aumentar la resiliencia a los desastres socionaturales. Al mismo tiempo, procura una relación armónica con la naturaleza en la que se comprende cuál es nuestro rol para cuidar y defender la vida.

Nuestras metodologías, tanto para los talleres como para la implementación de ecotecnias, están basadas en estrategias participativas, las cuales son idóneas para compartir los conocimientos con las comunidades, partiendo de la premisa de que es su propia sabiduría la que asegura la apropiación de las diversas ecotecnias. Consideramos imprescindible que las personas intervengan en los proyectos analizando y tomando decisiones sobre sus propias necesidades.

Aprendizaje colaborativo

“Lo que más me gusta de este proyecto es la oportunidad de implementar una metodología realizada con y para las familias, pues desde un principio se plantearon estrategias participativas para compartir los conocimientos. Partimos de la base de que es su propia sabiduría y vivencia con lo natural lo que asegurará la apropiación de las diversas ecotecnias, por lo que nos parecía imprescindible que las personas interviniesen en el proyecto, analizando y tomando decisiones sobre sus propias necesidades. Con la idea de que estos procesos fomentaran la autonomía y fortalecieran el tejido social ya existente, poco a poco este tejido se fue enredando con nuestras propias experiencias y el vínculo emocional que generamos. Todo esto nos llevó a compartir no solo conocimientos sino también un pedacito de nuestras vidas y cosmovisiones, formando una relación de amistad que cada vez se enriquecía con la alegría y fortaleza de las comunidades costeñas”. 

Martina de la Vega.

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Las formas de la tierra
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El agua es tu derecho, cuídala
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“Si bien el sismo se puede comprender como un evento potencialmente peligroso, también puede ser un reto para fortalecer los vínculos comunitarios. La forma en que la comunidad ha entendido nuestro involucramiento desde una perspectiva participativa y no asistencialista ha marcado una gran diferencia con otros procesos, lo que nos ha llevado a comprender la relevancia del vínculo comunitario, entendiéndonos a nosotras también como comunidad”.

Mariana Decorme
4
casas semilla de adobe y cob.
2
casas de adobe rehabilitadas.
6
potibilizadores comunitarios de agua
24
fogones ahorradores construidos participativamente
6
módulos de saneamiento de aguas grises.
6
talleres para habitar en zonas de riesgo.
6
murales participativos.
2
cines comunitarios.
6
presentaciones de la obra de teatro Reconstruyéndonos, de la compañía Zapayasos.
6
boletines audiovisuales.
Logros y beneficiarios

Potabilizadores de agua: se instalaron sistemas de agua segura en seis comunidades del municipio de Pijijiapan y Tonalá. Lo que benefició a un promedio de:

Gustavo López, 300 personas (aprox.)
Nueva Urbina, 550 personas (aprox.)
El Progreso, 700 personas (aprox.)
La Conquista, 1,000 personas (aprox.)
Las Brisas, 2,000 personas (aprox.)
Pueblo Nuevo, 1,500 personas (aprox.)

Fogones ahorradores: este proyecto se desarrolló en las comunidades de Gustavo López y Nueva Urbina. Los fogones comunitarios se instalaron en la escuela primaria y en la casa del pueblo, respectivamente. Se beneficiaron indirectamente a 30 infantes de la escuela y a toda la comunidad de Nueva Urbina, un promedio de 550 personas. Posteriormente se construyeron 24 fogones que sirvieron a 24 mujeres y a sus familias. Esta ecotecnología permite ahorrar leña y reduce el contacto con el humo.

Casa semilla: se reconstruyeron cuatro casas de adobe para cuatro familias con un promedio de diez personas beneficiadas directamente. 

Rehabilitación de casas de adobe: se rehabilitaron dos casas de adobe en la comunidad de Nueva Urbina, con beneficio directo de dos familias.

Talleres de agua y saneamiento: se realizaron cinco talleres.

Taller de agua en El Progreso, con una asistencia aproximada de diez personas.
Taller de agua-capacitación y análisis de agua en Pueblo Nuevo, con una asistencia promedio de siete personas.
Taller de saneamiento en Pueblo Nuevo, con una asistencia de 30 personas provenientes de diversas comunidades del Consejo Autónomo de la Costa.
Taller de agua en Nueva Urbina, con asistencia promedio de diez personas.
Taller de agua y mantenimiento del SAS en Gustavo López, con una asistencia de seis personas.

Módulos de saneamiento de aguas grises: se implementaron seis módulos de saneamiento en las comunidades de Nueva Urbina y El Progreso, beneficiando directamente a seis familias (un aproximado de 24 personas) e indirectamente al resto de la comunidad.

Talleres de habitar en zonas de riesgo y murales participativos: se realizaron seis talleres.

Taller  de defensa del territorio y mural participativo en Joaquín Amaro, con asistencia de 15 jóvenes.
Taller para habitar en zonas de riesgo en Nueva Urbina, con asistencia de 15 infantes y jóvenes.
Taller para habitar en zonas de riesgo en El Progreso, con asistencia de diez infantes, jóvenes y personas adultas.
Taller para habitar en zonas de riesgo en Conquista, con asistencia de 13 infantes y jóvenes.
Taller para habitar en zonas de riesgo en Gustavo López, con asistencia de 15 infantes y jóvenes.
Taller de agua y territorio en la secundaria de Pueblo Nuevo, con asistencia aproximada de 200 jóvenes.

Talleres y sistemas agroecológicos: se realizaron cuatro talleres en la escuela preescolar y en la escuela primaria de Nueva Urbina, donde se instalaron sistemas agroecológicos que beneficiaron a un promedio de 100 infantes. 

Animación sociocultural: se realizaron presentaciones de la obra de teatro Reconstruyéndonos en seis comunidades, con la presencia de un promedio de 30 asistentes por comunidad, es decir, aproximadamente 180 personas. También se proyectó cine comunitario en Joaquín Amaro y en la Cooperativa el Paraíso, Pueblo Nuevo y Tonalá.

Rehabilitación de Escuela Preescolar Quetzalcóatl de San Cristóbal de las Casas: 98 infantes beneficiados y sus familias.

 

Mujeres

“A medida que se desarrolla el proyecto, el colectivo hace su metamorfosis para transformarse en colectiva, es decir, conformarse de puras mujeres. Este fenómeno nos permitió considerar la variable de género y pasarla de un asunto periférico a algo central, y así, las formas de organización tanto de la colectiva como de las intencionadas en comunidad se lograban de una manera mucho más armoniosa y con el centro en la vida”.

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Soñamos con seguir trabajando

“La colectiva BioReconstruye sueña con seguir trabajando el proceso que ya comenzó. Creemos que para un manejo integral de riesgos no solo debemos accionar frente al evento, sino también promover su prevención. Eso formaría parte de una segunda etapa en la que los temas ya sensibilizados sobre el manejo del territorio (como forma de interrelacionarse armónicamente con la naturaleza) den mayores frutos y generen nuevas soluciones a la cotidianidad de las comunidades. Asimismo, la colectiva se ha trasformado en un equipo multidisciplinario con gran fortaleza en recursos humanos y en estrategias de organización que le permiten trabajar con eficacia en el manejo de recursos económicos”.

 

“Queremos seguir trabajando con el grupo de mujeres que participaron en el taller de fogones, donde aprendieron la autoconstrucción de sus cocinas. Queremos capacitarlas para que sean monitoras de nuevos talleres en otras comunidades. De esta manera, nos proponemos realizar dichas capacitaciones pedagógicas con herramientas de educación popular para que sean ellas quienes propongan estrategias contextualizadas a su propia realidad”. 

 

“También queremos continuar el proyecto Agua y Territorio que propone trabajar con el grupo de mujeres que ya se ha formado para la implementación de fogones ahorradores, y que plantea un taller para la implementación de acciones concretas en torno al manejo de residuos. También propone la sensibilización y capacitación para la construcción y mantenimiento de módulos de saneamiento para las aguas grises y lombricomposta”.